Existen varias diferencias entre el aceite de oliva virgen extra filtrado y uno sin filtrar. Si aún no las conoces sigue leyendo. Descubre sus características, sus propiedades y en qué consiste el proceso de elaboración de cada uno. ¡Comenzamos!
En qué consiste el aceite de oliva virgen extra filtrado
Para saber la diferencia entre un aceite de oliva virgen extra filtrado y uno no filtrado hay que conocer en qué consiste el proceso de elaboración de cada uno. Por un lado, los aceites filtrados tienen un aspecto más traslúcido y su textura es menos densa que los aceites no filtrados. Además, el color de los aceites sin filtrar, llamados también aceites rama, suele ser opaco y tener un aspecto algo turbio.
El aceite sin filtrar conserva en suspensión partículas y sólidos procedentes de las aceitunas, puesto que el aceite no ha sido filtrado. En cambio, el aceite filtrado es brillante y transparente casi en su totalidad, conservando, por supuesto, su color dorado tan característico. ¿Sabías que el filtrado es el último proceso por el que pasa un aceite en el momento de su elaboración? Después es envasado y sellado.
En definitiva, el paso del filtrado en la elaboración de un aceite de oliva virgen extra está pensando para su presentación comercial, así como para elaboraciones específicas en las que interesa que un plato no cambie de color. Entre más transparente sea el aceite, más limpio será el aspecto del plato a preparar.
Diferencias entre un aceite filtrado y sin filtrar
Lo más importante de un AOVE es su proceso de elaboración, el cual debe ser óptimo y debe contar con las mejores condiciones para obtener un aceite de oliva virgen extra de calidad. Es importante saber que las propiedades de un aceite de oliva virgen extra filtrado y uno sin filtrar son iguales en ambos casos. Así que no se trata de que un aceite sea mejor que otro ni mucho menos.
Sucede lo mismo con la acidez del aceite, la cual se mantiene tanto en los aceites filtrados como en los aceites sin filtrar. Sin embargo, existen otras diferencias, como su durabilidad. Los filtrados duran más que los no filtrados, ésto se debe a que en el caso de los aceites sin filtrar, es más probable que los sedimentos y las partículas en suspensión fermenten y deterioren el producto a un ritmo más acelerado. Así que el periodo de consumo de los aceites filtrados es distinto entre uno y otro.
Por otro lado, en cuanto a sus sabor, los aceites de oliva virgen extra sin filtrar tienen un sabor más intenso. Aunque es importante tener presente el tipo de aceituna con el que está hecho. Ya que su intensidad también depende de eso, de su recogida y de haberse llevado a cabo un correcto proceso de elaboración. Finalmente, otra diferencia radica en que los aceites no filtrados conservan más polifenoles. Los cuales se encuentran en pequeñas cantidades de agua que no se llegan a eliminar. Estos polifenoles se encargan de realizar la actividad antioxidante.
Tipo de envases recomendables para cada uno de estos tipos de aceites
Como describimos anteriormente, los aceites de oliva virgen extra sin filtrar tienen una durabilidad más corta debido a las partículas que quedan en suspensión. Éstas se suelen decantar y el aceite suele coger un tono muy parecido al filtrado, sin embargo, esto provoca la oxidación del aceite.
Por eso es recomendable consumirlo en no más de un año desde su envasado, de preferencia lo mejor es hacerlo en los 6 meses siguientes. Así conseguirás apreciar los matices y las cualidades organolépticas del aceite durante su consumo.
Si estás buscando conservar un aceite de oliva virgen extra lo mejor será hacerlo en una botella oscura, ya sea que quieras conservar uno filtrado o sin filtrar. Finalmente se trata de alargar su vida y sus propiedades el máximo tiempo posible.
Usos de estos aceites de oliva virgen extra en la cocina
El aceite de oliva virgen extra se suele utilizar en crudo, ya sea en ensaladas, salsas, cremas o sopas frías, tostadas, verduras, pastas, arroces, bizcochos, masas, entre otros. En cuanto a su estructura molecular, ésta se mantiene a altas temperaturas. Por lo que se puede usar también para preparar platos calientes.
Muchas personas recomiendan no utilizarlo para freír. Sin embargo, se puede utilizar sabiendo que puede aportar un sabor demasiado intenso al producto. Así que lo mejor es disfrutarlo en crudo para apreciar realmente su intenso, amargo y picante sabor, ese que le aporta tanto carácter a la gastronomía española.
Ya conoces las diferencias entre un aceite de oliva virgen extra filtrado y uno sin filtrar. No te extrañes si ves un aceite turbio, ¡si es AOVE sigue siendo un aceite de calidad!